“[10 pm] Y aún no puedo acabar la actividad que dejó el profesor para mañana. [12pm] No voy ni por la mitad del texto que vendrá en el control de lectura. [3am] No podré terminar el avance del proyecto esta madrugada y faltan 4 horas para mi primera clase del día.” ¿Te es familiar esta situación?
En definitiva, la reducción de las horas de sueño es una práctica muy recurrente en la vida de muchos de los universitarios del país y para ser más específicos, en alumnos de la PUCP. Los estudiantes consideramos que es mejor sacrificar nuestras horas de sueño para realizar los pendientes académicos; sin embargo, no pensamos en el impacto que puede tener en nuestra salud. Como veremos a lo largo de esta columna, esto puede ser muy contraproducente, no solo para la salud, sino también en nuestro aprendizaje y retención de información. Por ello, es válido cuestionarse si este es el camino correcto para tener un desenvolvimiento académico satisfactorio.
La revista de la Facultad de Medicina de la UNAM publicó un artículo en el 2013 sobre la neurobiología del sueño. Este texto expone varias creencias que tenemos sobre el sueño en estudiantes y detalla el caso específico de los universitarios. Los autores destacan el efecto positivo de un buen sueño para lograr una mayor capacidad del aprendizaje. A pesar de ello, muchos de nosotros creemos que nuestro cuerpo es capaz de mantenerse activo sin un buen descanso. Sin embargo, recordemos que nuestro cuerpo puede presentar fatiga, somnolencia, falta de atención, fallas en la atención y en la memoria a corto plazo o variaciones bruscas de humor cuando no dormimos el tiempo adecuado. Tal vez, estas sean muchas de las razones por las que no logramos concentrarnos en clases, no entendemos un tema del todo o no nos va bien en un examen cuando nos hemos amanecido.
Antes de empezar a desesperarnos por no saber qué hacer ante esta situación, lo más recomendable es seguir estos consejos: 1) acostarse y despertar a la misma hora diariamente, 2) no pensar en las actividades diarias justo antes de irse a dormir, 3) evitar en lo posible el consumo de bebidas energéticas, alcohol o cigarros al menos 4 horas antes de dormir, y por último, 4) el paso más difícil para algunos estudiantes es dejar el celular al menos 1 hora antes de irse a dormir. Los estudios indican que el uso de dispositivos electrónicos que emiten luz azul generan señales al cerebro que retrasan la liberación de la melatonina, una hormona que induce el sueño. En consecuencia, cuando nos despertamos tenemos la famosa sensación de “siento como si no hubiera dormido nada” cuando en realidad hemos dormido por horas.
"Si están dispuestos a seguir las recomendaciones mencionadas y adicionalmente seguir una buena rutina de estudio, es muy probable que tu rendimiento académico sea satisfactorio. Recuerda que el cuidado de tu sueño tiene muchos beneficios y permite que la mente y el cuerpo estén preparados para procesar la nueva información que aprendemos en las clases".
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